Siete expertos del grupo de investigación Aerolab buscan blindarse a incendios o meteorología extrema
Hace apenas unas semanas, la borrasca Martinho obligó a cortar carreteras de la provincia por la caída de árboles, obligando a los conductores a buscar vías alternativas para desplazarse. Los fuertes vientos, la lluvia o los incendios forestales son eventos que provocan, en ocasiones, alteraciones en las vías de comunicación, generando un caos que quizás pueda evitarse.
El grupo de investigación Aerolab, formado por siete expertos, estudia desde el Campus de Ourense la predicción de eventos de estas características, para poder ofrecer alternativas viables desde un primer momento y evitar así tener que lamentar catástrofes, como la que provocó la dana en Valencia. Se trata de un proyecto europeo, centrado en disrupciones en redes de transporte y que tiene por nombre SALIR –Sostenibilidad y Resiliencia para Redes de Infraestructura y Logística-.
“Cuando tienes que cortar una vía de comunicación, tienes que ofrecer vías alternativas para permitir que las personas y las mercancías puedan llegar a su destino”, apunta Higinio González, catedrático en la Escuela de Ingeniería Aeronáutica del campus y líder de la parte ourensana de este proyecto. En este sentido, explica que las investigaciones que están llevando a cabo tienen como objetivo estudiar el territorio para “tratar de adelantarse a la situación todo lo posible”, para que no haya riesgos para la vida de las personas y tengan vías alternativas. “Con incendios a veces hay esta problemática de que si no están bien cuidadas las fajas de protección que hay en las carreteras, llega un momento que por seguridad hay que cortar la carretera, es un poco en lo que estamos trabajando”, indica el investigador.
Proyecto conjunto
Este proyecto adopta tres escenarios diferentes a distintas escalas geográficas –regional, nacional e internacional-. “A nivel global somos quince entidades de toda Europa, entre empresas y centros de investigación, aunque lo lidera el instituto Fraunhofer de Alemania”, explica el investigador ourensano.
Así, más allá de los eventos extremos que se están estudiando desde Ourense, teniendo en cuenta el territorio gallego y el norte de Portugal, en Italia se estudian temas más relacionados con inundaciones. Por su parte, en Alemania y Polonia las investigaciones giran en torno a temas relacionados con la pandemia o las guerras. “Su parte está más centrada en cómo abastecer a la población si vuelve a darse una situación como la que vivimos con el covid”, apunta González.
Con todo, si bien los tres escenarios se modelarán con distintos niveles de detalle, SARIL busca alcanzar un plan común que pueda adoptarse desde cualquier territorio. Para ello cuentan con un presupuesto de casi cuatro millones. Los estudios empezaron en junio de 2023 y se espera que lleguen a su fin en mayo de 2026.
Un año antes de verlo finalizado, “hay diversas empresas que tienen interés en esto”, reconoce González, que asegura: “Nosotros siempre estamos abiertos a trabajar con administraciones si quieren incluir alguna cosa en sus modelos de trabajo”. Cada vez las alertas por riesgos meteorológicos están más integradas en los canales de información. “Si cogemos el MeteoGalicia hace 20 años y el de ahora, podemos comprobar que cada vez se integran más cosas en sus modelos de alerta, de emergencias”, analiza el investigador.
Fuente de la noticia: La Región.