China impulsa un laboratorio de excelencia aeroespacial a dos kilómetros de Galicia

Microsat, organismo del gigante asiático especializado en el desarrollo de satélites, se alía con Portugal para utilizar el aeródromo de Cerval

El municipio portugués de Valença do Minho amarra un proyecto de altura a solo dos kilómetros de la frontera con Galicia. Se trata de la creación del Laboratorio de Excelencia de la Industria Aeroespacial y Oceánica, fruto de una alianza estratégica de organismos y universidades del norte luso con China. El proyecto posicionará al aeródromo de Cerval como un centro tecnológico de referencia para una industria emergente.

El ayuntamiento de Valença acaba de presentar la iniciativa con la presencia de Yonghe Zhang, vicepresidente de Microsat, el Centro Espacial de China, un gigante especializado en el desarrollo de microsatélites que se está posicionando en planes internacionales.

En el laboratorio se han implicado la Confederación Empresarial del Alto Minho (CEVAL), las universidades de Minho y de Trás-os-Montes, la Orden de Ingenieros del Norte y el Instituto Politécnico de Viana do Castelo, junto a miembros del consorcio Aeroplanum.

El alcalde de Valença, José Manuel Carpinteira, subraya la importancia de esta colaboración internacional, sobre todo por lo que puede representar como tractor de otros proyectos. «Esta alianza nos trae tecnología, conocimiento e inversión, y posiciona al aeródromo de Cerval como eje estratégico para el desarrollo transfronterizo. Es una oportunidad para atraer empresas tecnológicas y generar empleo altamente cualificado», manifestó.

Sobre las características del proyecto, explican que el futuro laboratorio «estará enfocado en el desarrollo de tecnologías aplicadas al espacio y a las energías oceánicas, con el objetivo de crear sistemas sostenibles y soluciones innovadoras que sirvan de base para nuevas startups tecnológicas en estos sectores estratégicos».

El laboratorio se enmarca en el proyecto Starlab, que es la apuesta científica y tecnológica que Portugal ha impulsado con China para la innovación industrial y la formación de talento en sectores estratégicos. Las primeras líneas de investigación tienen que ver con el diseño y la fabricación de microsatélites capaces de monitorizar fenómenos atmosféricos, humedad del suelo y condiciones oceánicas, con aplicaciones en agricultura, cambio climático y seguridad marítima. También desarrollará tecnologías para la exploración y gestión sostenible de los océanos, incluyendo sensores marinos y sistemas de vigilancia para la protección del medio marino, y desarrollará sensores interconectados entre tierra, mar y espacio que permitan una visión holística de los ecosistemas y su evolución.

Starlab contempla la apertura de centros científicos tanto en Portugal (Peniche y Matosinhos están en la lista, y ahora se sumará Valença) como en Shanghái. La inversión conjunta de ambos países asciende a 50 millones de euros.

El laboratorio del norte luso convivirá con el polo aeroespacial de Vigo, que tiene un perfil específico y que sigue desarrollándose en torno a empresas y centros tecnológicos que impulsan el desarrollo de la industria aeronáutica en Galicia. A este lado del Miño hay compañías que colaboran en proyectos con Airbus, Boeing, la ESA y la NASA, entre otros. Por ejemplo, en este ecosistema está Alén Space, la spin-off nacida en la Universidad de Vigo especializada en la fabricación de nanosatélites que acaba de lanzar al espacio, dentro de un cohete de Space X que despegó en California, el Satmar, llamado a revolucionar las comunicaciones marítimas.

Una pista de vuelo de 42.000 metros cuadrados

El aeroclub de Cerval se fundó en el año 1992 e inició su actividad con tan solo seis aviones. De manera discreta, las instalaciones fueron creciendo hasta llegar a los 42.000 metros cuadrados y en ellas ya pueden operar hoy en día sesenta aviones y un helicóptero. Durante décadas, el modesto equipamiento sirvió como un nido de pruebas a miles de aficionados y pilotos gallegos. Su valor potencial como centro tecnológico llegó con el paso del tiempo.

Hace dos años, la Confederación Empresarial del Alto Miño puso en marcha la asociación Aeródromo Alto Minho-Galiza, conocida como Aerplanum, para inundar de actividades la infraestructura de Cerval cercana a la frontera con España y fortalecer las relaciones con la comunidad gallega.

Aerplanum persigue un punto de referencia que integre actividades científicas, tecnológicas y académicas. Dan por hecho que el plan con China servirá para dinamizar la economía y la industria de esta región fronteriza gracias a un sector, como es el aeroespacial, que está en pleno crecimiento aprovechando las posibilidades que emanan de la reciente democratización del espacio aéreo y ofreciéndose como meca del turismo aeronáutico de la eurorregión.

Fuente de la noticia: La Voz de Galicia